El recurrente accionar de la delincuencia tiene en pánico a los barranquilleros. Diariamente, a cualquier hora y sitio de la ciudad, se registran hechos, de sicariato o delito común, que mantiene en zozobra a la ciudadanía.

Es así como, por ejemplo, con corte al 19 de enero se registran 33 casos de homicidios, lo que representa un aumento del 43,47% con respecto al mismo período en 2016, cuando se presentaron 23.

Dentro de estos casos, el móvil más frecuente en los homicidios es el sicariato con 16, frente a 15 registrados en 2016. En su orden le sigue la riña con 8 casos ante 6 que se presentaron en 2016.

Igualmente, el 94% de las víctimas han sido hombres, frente al 91% para el mismo género en 2016.

De acuerdo con el análisis, la Localidad Suroccidente registra la mayor cantidad de homicidios en 2017 con 19, siguiéndole, en su orden, Suroriente (8) y Riomar, Centro y Metropolitana con 2 cada una.

En 2016, la Localidad Suroccidente también registró el mayor número de casos con 9, siguiéndole Suroriente con 8, Metropolitana (4), Centro (2) y Riomar (0).

El mapa también muestra, en lo que va del año, al barrio El Bosque como el de mayor ocurrencia de homicidios, con 6 casos, de los cuales 3 por sicariato, 2 por riña y 1 durante actividad ilícita o delictiva.

Es de anotar que, desde octubre de 2015, El Bosque no presentaba una concentración tan alta en un mes, cuando también se registraron 6 homicidios.

Entre tanto, Rebolo es el segundo de mayor concentración de casos con 3, de los cuales 1 por sicariato, 1 en riña y 1 por esclarecer.

En 2016, el barrio Rebolo registró, en el mismo período, 6 homicidios.

El análisis indica una marcada tendencia de los domingos y lunes como los días de mayor ocurrencia de casos y muy particularmente en el horario de las 6 de la tarde a las 12 de la noche.

En cuanto a la evaluación de la gestión contra el homicidio, de los 33 casos registrados apenas se han logrado 9 capturas, para una efectividad del 27%.

Varias situaciones se suman al accionar de la delincuencia y el sicariato en Barranquilla. El temor al raponeo callejero ahora es superado por otras acciones de la delincuencia.

Y mientras la delincuencia enfrenta sin temor a la Policía, llegando a desafiarla, la ciudadanía también le está respondiendo a los delincuentes, también a bala.

La respuesta de la ciudadanía frente a tanta delincuencia, también se observa con la quema de motos y agresión a los delincuentes, cuando logran interceptarlos.

También queda claro que el accionar delictivo ya no se concentra en determinados sectores considerados como “zona roja” y en los cuales, incluso, existen sectores vedados o las denominadas “fronteras imaginarias”.

El accionar es igual en toda la ciudad, en cualquier lugar, donde la delincuencia ha irrigado sus actividades delictivas, generando el pánico ciudadano.

Entre los delitos que afectan la seguridad pública, el número de lesiones comunes bajó de 137 a 110.

En torno a los delitos de impacto social, la extorsión solo registra un caso frente a 6 en 2016.

El hurto común también presenta las siguientes cifras: en residencias subió de 21 a 28; en el comercio se redujo de 23 a 18 y en las personas también disminuyó de 235 a 162.

Por su parte, el hurto de automotores bajó de 13 a 11 y el de motocicletas también disminuyó de 34 a 27.

En este mismo período se presentaron 3 homicidios y 39 heridos en accidentes de tránsito.

La estadística operativa en Barranquilla registra mercancías recuperadas por $206 millones e incautada por $1.917 millones; 20 motos y 1 vehículo recuperados; 25 kilos incautados (base de coca, basuco, cocaína y marihuana); 5 armas sin permiso y 61 ilegales y 265 capturas en flagrancia.

Los resultados contra la delincuencia no se compadecen con el gran apoyo que el Distrito de Barranquilla le ha brindado a la Policía Metropolitana para mejorar y ampliar su infraestructura locativa, logística y un mayor parque automotor.

Por ello, el clamor generalizado de la ciudadanía a la Policía es de combatir la delincuencia con mayor efectividad.